dw.de.- Catar es de los países con mayor nivel de emisiones de CO2 por
habitante. ¿Está interesado este país del Golfo Pérsico en cambiar las
cosas? DW recogió impresiones.
No cabe duda: Catar es exactamente como uno se imagina un Estado del Golfo Pérsico: caliente, polvoriento e increíblemente rico.Los ingresos qataríes son de los más altos del mundo, los impuestos no existen |
Los acondicionadores de aire marchan a toda máquina en todos lados:
en el hotel, en el taxi, en la universidad y, por supuesto, en los
inmensos centros comerciales de la capital, Doha. No sorprende: el sol
brilla ya a las 9 de la mañana, inclemente, en un cielo sin nubes. Y eso
que noviembre, con sus 30° a la sombra, es una época fría. En el verano
los 50° Celsius son normales.
Casi exclusivamente se ven pasar automóviles grandes: limosinas, pickups,
monovolúmenes. A 80 kilómetros por hora atraviesan las anchas calles de
Doha. Y por supuesto, los coches que esperan a sus conductores tienen
el motor en marcha: el acondicionador debe mantener los 18° al interior
del vehículo.Doha, Qatar |
Las multas por velocidad han subido horrorosamente, pero no hay ningún motivo para querer ahorrar gasolina: un litro de súper cuesta 20 céntimos de euro (en Alemania entre 1,50 y 1,70). A la vez, los sueldos cataríes son de los más altos del mundo y los impuestos no existen.
Las familias cataríes tienen más automóviles que miembros, cuenta un habitante catarí y añade: “Sólo los turistas y los obreros mal pagados viajan en autobús”. En muchas calles de Doha hay flamantes carriles para bicicletas, vacíos. Incluso ver peatones es raro: los que se divisan por lo general están buscando un taxi.
Intenciones ambiciosas
El petróleo y el gas hicieron rico a Catar, un país que tiene una de las emisiones de CO2 por habitante más altas del mundo. Hasta el 2030 esto habrá cambiado, así el plan “Visión nacional 2030” que el monarca -el Emir Hamad bin Jalifa Al Thani- ha elaborado. Éste incluye un uso sostenible de los recursos, agua limpia, mayor reciclaje, construcciones con eficiencia energética y reducción de emisiones. Un papel importante deberán tener las energías renovables: la eólica y, sobre todo, la solar.
Doha |
¿Catar ante un gran cambio?
“¿Catar y protección al medio ambiente? Nunca”, opina un turista alemán. Benno Boer, asesor regional de la UNESCO para asuntos ecológicos, opina lo contrario: “mucho indica que están hablando en serio. En los últimos diez años han pasado muchas cosas. En los últimos cinco años se ha desarrollado la conciencia medioambiental”.
Qatar National Convention Centre en Doha |
Según Qasim Radaideh, técnico de la organización jordana EcoQ, pone como ejemplo la fábrica que deberá producir el silicio para las celdas solares. “Cuando acaben de construirla, la técnica será obsoleta”.
¿Verde por interés?
“Creo que los cataríes se han dado cuenta que así no pueden seguir y han decidio ahorrar, No tiene que ver con el medio ambiente sino con el dinero”, cuenta un hombre de negocios alemán que visita a menudo el país. En su opinión, que Catar quiera cubrir su necesidad energética con fuentes solares se debe a que quiere exportar toda su capacidad de petróleo y gas, pues los precios seguirán subiendo en la próxima década.
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