Esas aguas fueron adjudicadas para el abastecimiento de las máquinas de ferrocarril. Ahora benefician a al menos 40 empresas mineras del vecino país.
Beatriz Layme / La Paz
Chile reconoció que las aguas del Silala provienen de vertientes
ubicadas en el Cantón Quetena de la provincia Sud Lípez del departamento
de Potosí, y no se habla de un río internacional, según la escritura de
concesión y adjudicación que fue suscrita el 28 de octubre de 1908.

Las aguas adjudicadas fueron destinadas a la "alimentación” y
abastecimiento de las máquinas de ferrocarril. La concesión fue
cancelada en 1997.
En marzo, el presidente Evo Morales anunció el inicio de otro
proceso ante la Corte Internacional de Justicia contra Chile por el uso
arbitrario de las aguas del Silala, que abastecen sin compensación hace
más de 100 años a varias ciudades del norte de Chile.
Ante eso, La Moneda argumentó que las aguas del Silala
supuestamente corresponden a un río internacional y para demostrar su
hipótesis sacó un mapa de 1904 en el que se observa un trazo que sería
el supuesto río que nace en Bolivia e ingresa a territorio del vecino
país.
No obstante, en el documento de 1908, The Antofagasta (Chili)
& Bolivia Railway Company Ltd (FCAB) solicita usar las aguas de las
"vertientes no muy abundantes” que "brotan en un terreno completamente
crial y de dominio público, pues ni en las inmediaciones a muchas leguas
a la redonda, existe propiedad alguna particular, ni menos campos de
cultivo”, señala el documento.
La empresa, en ese entonces, explicó a la Prefectura de Potosí que
necesitaba de esas aguas para la alimentación de las máquinas de
ferrocarril debido a que usan aguas impropias que destruyen sus calderos
en poco tiempo, y que tienen que conducir desde largas distancias en
estanques, lo que dificulta el tráfico.
En el documento Chile también admite que con "obras de captación y
de canalización, podrían utilizarse dichas vertientes aunque con coste
crecido, y se proyecta ejecutar esas obras para utilizarlas en el
espacio de su línea”.
La experta en derecho internacional, Karen Longaric, afirmó en una
entrevista que si bien indica "Siloli, el nombre no incide en nada
porque en el documento admite que las aguas provienen de vertientes que
emergen en territorio boliviano”.
Agregó que La Moneda no puede negar que realizó obras para captar y
canalizar las aguas de las vertientes de los bofedales, además que
tiene una deuda histórica. "No es que las aguas discurren en forma
natural; fueron canalizadas”, apuntó.
El vicecanciller Juan Carlos Alurralde informó que 180 litros por
segundo son canalizadas a Chile, para que la colombiana Empresas
Públicas de Medellín (EPM) venda el recurso vital que llega desde
Bolivia a 40 mineras de cobre que operan en el norte chileno. Entre
ellas a la Compañía Nacional del Cobre (Codelco), compañía estatal que
administra las principales minas de la región.
El periodista y autor del libro Potosí Ille Fatum, Mario Caro
Martínez, advierte que Chile tendría una deuda con el departamento de
Potosí de 573.715.176 dólares por el uso de las aguas del Silala,
recolectadas desde 1908 hasta 1976.
Los documentos
- Pago La protocolización del documento de concesión y adjudicación de las aguas del Silala tuvo un costo de 40 centavos en timbres. Bolivia pagó 30 centavos y la Compañía The Antofagasta (Chili) & Bolivia Railway Company Ltd (FCAB) apenas 10 centavos, según el autor del libro Potosí Ille Fatum, Mario Caro Martínez.
- Sin uso Las aguas del Silala "topográficamente no pueden ser aprovechadas por los potosinos del lugar y más bien ven con resignación cómo esas aguas van a satisfacer las necesidades del norte chileno”, advierte Caro.
- Propuesta El Gobierno nacional anunció que ejecutará proyectos para el aprovechamiento de estas aguas.
Fuente: Página 7
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