jueves, 8 de diciembre de 2011

Bolivia insta a potencias a reducir gases invernaderos para evitar catástrofe climática

 Durban, SUDÁFRICA, 7 dic (ABI).- El vicepresidente boliviano Álvaro García Linera instó el miércoles a la grandes potencias a reducir la emisión de gases de efecto invernadero para evitar una catástrofe climática, por efecto, de lo que consideró practicas capitalistas.
Vicepresidente Álvaro García Linera - www.laprensa.com.bo

  En su disertación en la XVII Cumbre Climática de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Cambio Climático (COP17) en la ciudad sudafricana de Durban, García Linera llamó a los gobiernos del hemisferio a terminar con la "hipocresía mercantilizada" porque unos cuantos industrializados son culpables del "irreversible" cambio climático.

  "Solamente compromisos radicales e inmediatos de todas las grandes potencias industrializadas con la reducción de gases de efecto invernadero pueden cambiar el trágico destino de la humanidad, sólo un segundo periodo de compromisos de reducciones de emisiones y la defensa de la convención marco de Naciones Unidas, sobre cambio climático, puede iluminar una ruta que nos salve del desastre medioambiental", argumentó.

  A su juicio, la "desmercantilización" de la protección de los bosques puede ayudar a detener la inminente destrucción de la naturaleza para garantizar la existencia de futuras generaciones.
  El segundo del Ejecutivo boliviano aseguró que la civilización capitalista mundial se encamina de manera "suicida" hacía una catástrofe climática, que amenaza a la humanidad por la implementación de monocultivos empresariales que depredan la "gran diversidad y fertilidad agrícola acumulada en miles de años".

  Recordó que la ambición por el control de la fuerza de trabajo y del mercado mundial ha exterminado a decenas de naciones y millones de jóvenes en guerras injustas.

  "A los trabajadores del mundo se les ha extenuado sus músculos, se han deformado sus gustos y se han apoderado de la infinita capacidad creativa de la mente colectiva para inmolarla en el altar de la ganancia privada, y si no fuera suficiente, el moderno régimen capitalista de producción ha arrasado con los bosques del norte, ha envenenado los ríos, ha contaminado el aíre y ha desquiciado el comportamiento cíclico de la naturaleza en su conjunto", sustentó.

  En esa línea, insistió en que el modo de vida y el tipo de entorno natural de los últimos 60.000 años se debe preservar con "compromisos radicales e inmediatos" de los países desarrollados.
clm/rsl ABI

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