martes, 6 de diciembre de 2011

Deuda y dudas acechan las negociaciones climáticas en Sudáfrica

DURBAN, Sudáfrica (Reuters) - La crisis económica y los tres mayores contaminadores del mundo - China, Estados Unidos e India - son los principales obstáculos de cara a un nuevo pacto global en el inicio de la segunda y decisiva semana de la cumbre climática en la ciudad sudafricana de Durban.
                  Video: Telesur.tv
Tras una primera semana de negociaciones preliminares, persisten serias dudas sobre el futuro del Protocolo de Kioto, cuyo primer período de compromiso para lidiar con el cambio climático vence a finales de 2012.

El otro gran tema de debate es cómo expandir los fondos para ayudar a las naciones más pobres a adaptarse al calentamiento del planeta, mientras el mundo desarrollado lucha con la crisis de la deuda soberana.

China, el mayor emisor de dióxido de carbono del mundo, dio un impulso a las negociaciones al final de la semana pasada al sugerir que podría firmar un acuerdo legalmente vinculante para reducir las emisiones, pero ha puesto condiciones.

"China habló sobre un acuerdo obligatorio después de 2020. La pregunta es si China estará obligado legalmente. Eso sería interesante", dijo la comisaria climática de la Unión Europea. Connie Hedegaard.

Pekín no logró responder a esa pregunta en una rueda de prensa y una fuente diplomática europea dijo que estaba mintiendo.

"De ningún modo China va a sumarse legalmente, pero no quiere ser responsabilizada si las conversaciones fracasan", indicó la fuente bajo condición de anonimato.

Las condiciones chinas incluyen que otros grandes emisores participen y que la financiación provenga de un Fondo Climático Verde acordado el año pasado en Cancún, que busca destinar hasta 100.000 millones de dólares por año para 2020 para ayudar a las naciones en desarrollo.

El enviado especial estadounidense para el cambio climático, Todd Stern, dijo que las condiciones de China no eran aceptables.

"Para que haya un acuerdo legalmente vinculante que tenga sentido, todos los grandes actores deberán tener obligaciones y compromisos que tengan la misma fuerza legal", aseguró.

"Eso significa sin condicionamientos, sin condiciones de recibir el financiamiento, sin trampas (...)", agregó.

En Estados Unidos, el segundo mayor emisor del mundo, los temas ambientales han sido uno de los ejes de la disputa entre los demócratas del presidente Barack Obama y los republicanos. La Cámara alta, que no aprobó una ley climática el año pasado, bloquearía cualquier acuerdo para reavivar Kioto.

Estados Unidos firmó Kioto, pero no lo ratificó. Uno de sus argumentos es que el límite entre las naciones desarrolladas y en desarrollo ha cambiado y que todos los grandes emisores deberían ser incluidos en pie de igualdad en un nuevo acuerdo.

India, el tercer mayor emisor, también ha declarado que no está dispuesto a sumarse a un nuevo pacto, ya que sostiene que su desarrollo no es tan fuerte como el de China y que no debería ser obligado a asumir metas legales para reducir las emisiones.

Ni India ni China fueron incluidos en la primera fase de compromisos de Kioto debido a que cuando se adoptó, en 1997, fueron considerados países en desarrollo.

La Unión Europea ha intentado superar el estancamiento, prometiendo apoyar un nuevo acuerdo, pero exige garantías de que otros grandes emisores harán lo mismo.

El liderazgo europeo se vio minado por las fuertes presiones provocadas por la crisis de deuda soberana, que amenaza con destruir el euro. Se espera que el viernes emerja un plan creíble para enfrentar este tema en una cumbre de la UE, el mismo día que terminan las conversaciones en Durban.

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